viernes, 31 de julio de 2020

La Archidiócesis De Sevilla Lanza El Concurso Para Las Obras De Restauración Del Monasterio De Santa Clara De La Capital Hispalense

La Archidiócesis de Sevilla comenzó ayer jueves el lanzamiento del concurso para la contratación de las obras de restauración de la iglesia de Santa Clara, en la capital hispalense. Concretamente, la intervención contempla actuaciones en la iglesia, sacristía y compás del monasterio, en base al proyecto redactado por los arquitectos Antonio Martín Molina y Gonzalo Díaz de Recasens, ha informado la Archidiócesis hispalense..

Requisitos de aplicación en la obra pública
Todas las empresas que concurren a este concurso cuentan con la calificación K7, que es la que concede la administración pública en función del volumen y experiencia en restauraciones de este tipo. De esta manera, la Archidiócesis utiliza los mismos criterios utilizados en los procesos de contratación de las administraciones, dentro del manual de buenas prácticas que se aplica en este tipo de actuaciones de la Iglesia de Sevilla.
Se trata de un concurso por invitación para una obra que tendrá una duración de dieciocho meses y cuyo coste rondará los tres millones de euros. Esta cantidad saldrá de la que tiene pendiente de librar el Ayuntamiento de Sevilla estos días, como recordó el ecónomo diocesano,Alberto Benito, en la rueda de prensa de presentación de la Información Económica de la Archidiócesis correspondiente al ejercicio 2019. Precisamente, el inicio de las obras está supeditado al ingreso de esta partida contemplada en el convenio suscrito entre la Archidiócesis y el consistorio sevillano. La obra cuenta ya con el visto bueno de Cultura (al tratarse de un bien catalogado de Interés Cultural, BIC) y está a falta de la preceptiva licencia por parte de la Gerencia de Urbanismo.

Restauraciones de bienes muebles en marcha
Sin esperar al inicio de las obras en el inmueble --informa finalmente la institución  diocesana de Sevilla--, la Archidiócesis ya ha iniciado el plan de restauración de las piezas muebles de la iglesia del monasterio. Entre ellas varias firmadas por Juan Martínez Montañés, dos de la cuales se mostraron en la magna exposición dedicada al 'Dios de la madera' en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Las empresas invitadas a este concurso tienen hasta las catorce horas del 30 de septiembre para presentar sus ofertas a la Archidiócesis. (Foto: AS).More articles

Microbiota/Microbioma: Un Poco De Sana Autocrítica


Todo está relacionado con la microbiota y todo influye en ella

Hace unas semanas publiqué una entrada en el blog sobre un artículo que describía el efecto que tienen las comidas de Navidad con la familia política en la composición de la microbiota intestinal. En este trabajo concluían que, aunque son necesarios más estudios aleatorios antes de reconocer a los cuñados como un potencial factor de riesgo para la salud mental (je, je), los participantes que habían visitado a sus cuñados tenían cambios significativos en la diversidad de su microbiota fecal. En concreto, el contacto con los cuñados provocaba una disminución significativa en las especies de Ruminococcus, género bacteriano que se sabe que está asociado al estrés psicológico y a la depresión.



El artículo en cuestión se había publicado en una revista "seria", el Human Microbiome Journal, y es digno merecedor de los próximos premios Ig Nobel. Medio en serio medio en broma, es una crítica velada a muchos de los trabajos sobre microbiota.

Soy un entusiasta de la microbiota (prueba de ello es uno de mis últimos libros "Microbiota: los microbios de tu organismo"). El estudio de los microorganismos que forman un complejo ecosistema con nuestro organismo es uno de los temas más fascinantes de la microbiología y de la medicina actual. Estoy convencido que en un futuro próximo el análisis del microbioma humano se incorporará a los protocolos de medicina personalizada de precisión. Una medicina a la carta que propondrá un tratamiento personalizado teniendo en cuenta los millones de datos no solo del genoma, del metabolismo y del sistema inmune del paciente, sino también del microbioma. Se estudiará la composición de la microbiota y su función, se identificarán los microorganismos oportunistas potencialmente patógenos, sus posibles deficiencias y cómo los microbios pueden afectar al tratamiento. Con todos esos datos, se podrá estudiar la susceptibilidad genética a padecer una enfermedad, se podrá predecir la respuesta a un tratamiento y posibles reacciones adversas, incluso recomendar un cóctel de microbios concreto, una nutrición o probióticos personalizados o un autotransplante de microbiota intestinal, por ejemplo.


Pero para ello, necesitamos conocer mejor la composición e interacciones de nuestra microbiota, descubrir los mecanismo bioquímicos y moleculares que relacionan la microbiota con la enfermedad, y desarrollar tratamientos personalizados de modulación o modificación de la microbiota. El objetivo en el futuro es desarrollar medidas preventivas, diagnosticas y terapéuticas personalizadas basadas en nuestra microbiota.

En los últimos diez años el crecimiento de las publicaciones relacionadas con este tema se han multiplicado exponencialmente: si en el año 2006 no llegaban a cien, hoy son varios miles de artículos cada año. Por supuesto, esto no quiere decir que todas esas publicaciones sean de calidad, pero es una demostración de que el estudio de la microbiota es un tema candente, de rabiosa actualidad y de gran interés para la comunidad científica. Da la impresión de que todo está relacionado con la microbiota: nutrición, metabolismo, obesidad, diabetes, reacciones alérgicas, enfermedades autoinmunes, inflamación, enfermedades cutáneas, estrés, depresión, Parkinson, Alzheimer, autismo, cáncer, … Y de que todo influye en nuestra microbiota: edad, dieta, sexo, genética, estado de salud, geografía, clima, ejercicio, compañía, medicamentos, hábitos, …

Entender cómo el complejo mundo microbiano que nos habita influye en muchas enfermedades nos puede ayudar a la prevención, diagnóstico, tratamiento en incluso curación de muchas de ellas. Pero este entusiasmo de la comunidad científica va acompañado de un cierto sensacionalismo en los medios. Los estudios sobre la microbiota han sido protagonistas de la portada de numerosas publicaciones –incluso revistas "del corazón"- programas de radio y de televisión. Dejarnos llevar por la frivolidad es muy peligroso, porque puede dar la falsa idea de que con el trasplante fecal, por ejemplo, podemos ya curar un sinfín de enfermedades y dolencias. Además, el exceso de entusiasmo y la exageración de los resultados es abonar el campo para que los charlatanes, homeópatas, curanderos y pseudocientíficos proliferen y hagan su negocio. Por eso es bueno un poco de sana autocrítica que nos ayude a interpretar las investigaciones sobre nuestros colonos microscópicos.


Empresas que analizan tu microbiota

Hace unos meses me consultó vía correo electrónico una madre con el caso de su hijo, un niño de 3 años y medio, con problemas de salud desde que nació. Desesperados sin saber qué más hacer para curar a su hijo, encargaron un análisis de microbiota a una empresa de Málaga que se dedica a ello. Tuvieron que enviar dos muestras de heces del niño. El análisis costaba 600 euros. Al cabo de un tiempo recibieron un detallado informe de 10 folios con el "Estudio metagenómico clínico de microbiota intestinal". En el informe se concluía, entre otros datos, que el paciente sufría una clara disbiosis intestinal, con un número elevado de especies bacterianas, alta proporción de Bacteroidetes y baja de Firmicutes, y un bajo porcentaje de microbiota productora de butirato, inmunomoduladora y proteolítica.


Muy bien, ¿y ahora qué? ¿es suficiente un par de muestras de una persona en un momento concreto para definir la microbiota? ¿frente a qué valores de referencia se compara? ¿cuáles son los valores "normales" de microbiota de un niño de 3 años y medio? ¿son estables en el tiempo esos datos de microbiota intestinal? ¿cómo corregimos esa disbiosis intestinal? ¿con probióticos, cuyo prospecto dice "producto que no tienen intención de diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad? ¿qué solución le damos?

Problemas concretos en los estudios sobre microbiota

Muchos de los estudios científicos en los que describen los microbios que están en nuestro cuerpo se basan en los datos que se obtienen de secuenciar todo el ADN presente en la muestra. La identificación de una especie microbiana concreta se hace por comparación de secuencias con las bases de datos. De forma arbitraria se suele asignar a una misma especie si las secuencias se parecen en un 97 %. Pero esta asignación es meramente arbitraria. De hecho, el mismo concepto de «especie bacteriana» es un tema discutido entre los microbiólogos: dentro de una misma especie pueden existir cepas distintas con grandes diferencias genéticas y metabólicas. Estas diferencias son incluyo mucho mayores en el caso de los virus. Por eso, al analizar la diversidad en una comunidad microbiana tan compleja como nuestro propio cuerpo se suele emplear el término de unidad taxonómica operacional —OTU, del inglés operational taxonomic unit—. Aunque esto permite analizar una comunidad compuesta por microorganismos incluso no cultivables, dificulta la comparación de estudios distintos.

Los genomas están plagados de genes o proteínas hipotéticas para las que no hay datos, no hay anotaciones en las bases de datos y no se sabe su función. En algunos genomas microbianos, hasta el 30 % de sus genes son hipotéticos, no sabemos nada de ellos: es como la materia oscura del mundo microbiano. Nos podemos estar perdiendo casi un tercio de la película completa, por eso la interpretación de los resultados a veces es muy complicada. Sobre todo en los análisis funcionales del microbioma, en los que estudiamos los genes y sus productos para inducir la función concreta de esa comunidad microbiana. La inmensa diversidad y el potencial bioquímico de la microbiota todavía espera ser descubierto.

Los análisis bioinformáticos y computacionales, que requieren desarrollar complejos modelos matemáticos y estadísticos y nuevos algoritmos para integrar e interpretar la multitud de datos que se generan, siguen siendo un cuello de botella en este tipo de estudios.

Otro problema importante es el de la contaminación ambiental. Se ha demostrado que incluso los reactivos y los kits comerciales que se emplean en técnicas de biología molecular pueden estar contaminados con ADN microbiano, muy difícil de evitar, lo que algunos han denominado con cierto cachondeo el «kitome», el conjunto de ADN microbiano contaminante de los reactivos de un kit comercial. Esto puede generar resultados erróneos cuando trabajamos con muestras en las que la cantidad de ADN sea muy pequeña, por ejemplo. En las publicaciones científicas habría que exigir la explicación de qué controles se han realizado para asegurar que los resultados obtenidos no están influidos por la presencia de ese ADN contaminante.


La microbiota es el conjunto de microorganismos, no solo bacterias, también de las arqueas, los hongos, las levaduras, los virus e incluso los protistas. Y de eso todavía sabemos muy poco, y menos sobre las interacciones entre ellos. Nuestros microbios y nuestro cuerpo forman un ecosistema supercomplejo y de muchos de sus componentes sencillamente no tenemos datos todavía.

Otra crítica que podemos hacer a estos estudios es la falta de un control perfecto, lo que se suele llamar el «gold standard». Es decir, todavía no hay un consenso sobre cuál es la microbiota control ideal y su función en una persona sana normal con la que podamos comparar los resultados de los casos patológicos: ¿cuál es la microbiota "normal" de un niño de 3 años y medio?  Cuando diseñas un experimento sobre el microbioma humano debes tener en cuenta que en el control sano no solo influye si se han tomado antibióticos o no en los últimos meses, la dieta, la edad o el sexo, sino también la familia, e incluso las mascotas con las que conviva esa persona.

Tampoco existen todavía protocolos unificados que faciliten la comparación de resultados de distintos grupos de investigación: desde cómo se toman las muestras y cómo se almacenan hasta qué programa bioinformático se emplea para analizar los resultados. Algunos trabajos publicados son criticables por falta de controles o porque el tamaño de la muestra es pequeño y por tanto son cuestionables desde el punto de vista estadístico.

A nuestras bacterias les influyen una multitud de factores: el estrés que sufrimos, nuestro sexo, nuestra genética, nuestra edad, con quién vivimos, lo que comemos, el ambiente en el que nos movemos. El número de variables es enorme. Pequeñas diferencias influyen mucho. Por eso, interpretar los cambios en la microbiota es complejo: ¿son una consecuencia de la enfermedad o un resultado del estado patológico?, ¿una causa o un efecto? La eterna duda: correlación no es causalidad, que haya cambios en la microbiota que se correlacionen con una determina enfermedad no significa que sean su causa. Por eso, es imprescindible diseñar bien los experimentos, consensuar protocolos de trabajo comunes para poder comparar los resultados de distintos grupos de investigación y, sobre todo, repetir y repetir los experimentos.

A pesar de todo esto, sigo manteniendo que el estudio de la microbiota humana y su relación con la salud son un cambio de paradigma de la medicina personalizada.

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Shevchenko No Busca Un Tercer Combate Con Nunes, Pero No Descarta La Posibilidad: “Si Nuestros Caminos Se Cruzan En Algún Momento Del Futuro, Definitivamente Será Una Balacera”


La campeona de peso mosca del UFC, Valentina Shevchenko, y la campeona de peso gallo y pluma, Amanda Nunes, se han encontrado en el Octágono en dos oportunidades. Y aunque las dos peleas terminaron en decisiones a favor de Amanda, hay fans quienes esperan ver a Valentina enfrentando a la brasilera por tercera vez, teniendo en cuenta lo reñidos que fueron aquel par de combates.

Sin embargo, la propia Valentina en este momento no está buscando volver a entrar a la jaula con Amanda, aunque no descarta la posibilidad. Shevchenko se refirió a este tema en unas recientes declaraciones entregadas para The Score MMA (vía MMANews):

Valentina Shevchenko: "Lo que ella vaya a hacer es totalmente su preferencia personal, lo que sea que quiera hacer. No me importa lo que ella haga. Mi objetivo es defender mi cinturón en las 125 (libras) tanto como pueda. Si nuestros caminos se cruzan en algún momento del futuro, definitivamente será una balacera. Pero ella es la última persona en el mundo en la que pienso".

(Texto en inglés): "It's totally her personal preference of what she's going to do, what she wants to do," Shevchenko told theScore. "I don't care what she does. For me, my goal is to defend my belt at 125 (pounds) as much as I can. If our paths cross in the future sometime, definitely it's going to be a firefight. … But she is the last person that I think about in the world."

Pueden contactarnos vía email: edwinperez92mma@gmail.com
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